top of page
Foto del escritorterapia boutique

3 Principios Básicos para la Sanidad Emocional

Por: Daisy Núñez, Terapeuta Sistémica


¿Estás considerando iniciar un proceso terapéutico o de sanidad interior? Conoce sobre algunos principios fundamentales para que puedas aprovechar al máximo cada paso que des hacia tu bienestar integral.


Cuando iniciamos un proceso de recuperación emocional, es de esperar que nos tracemos expectativas al respecto. Experimentar problemáticas angustiantes como son la ansiedad, el estrés, el trauma, la pérdida, la depresión, etc., pueden llevarnos a una búsqueda de sanidad interior de la cual esperamos grandes frutos. Sea que decidamos acompañarnos de un terapeuta, un consejero espiritual, un mentor, un coach de vida o un libro, procurar nuestra salud emocional es una buena práctica que debería dar buenos resultados; pero, por alguna razón, esto no siempre es así.


Y es que, para poder sanar nuestras heridas y ver cambios en nuestras vidas, se requiere de más que el deseo de lograrlo o de intentar una que otra cosa al azar… a ver si funciona. Sanar implica claridad e intencionalidad, de modo que nuestros esfuerzos den en el clavo, así sea un pasito a la vez.


En mi caminar, tanto como psicóloga y como paciente, he aprendido que, para enfrentar nuestro dolor y hacernos cargo de nuestro mundo interno, es necesario hacer una pausa inicial para agotar algunos pasos que, si bien son terapéuticos en sí mismos, también facilitarán la absorción de toda la información y motivación que recibiremos a través de nuestro proceso de sanidad personal.


En esta oportunidad, les quiero compartir 3 de estos pasos:


#1 Sólo podemos sanar lo que podemos nombrar


No podemos superar un problema, situación, desafío, etc., si no sabemos qué es o cuál es su nombre. El identificar con éxito la naturaleza del problema emocional que enfrentamos nos permite prepararnos intencionalmente para sobrepasarlo.


Mientras te preparas para iniciar tu búsqueda de sanidad interna, te animo a preguntarte a tí mismo: ¿De qué quiero sanar emocionalmente? ¿Qué problema deseo superar para alcanzar mi equilibrio personal? Trata de usar tus propias palabras para nombrarlo, y no tecnicismos o términos de otras personas (incluyendo psicólogos) que no necesariamente describen cómo te sientes en realidad.


Si te ayuda, escribe sobre ello en un diario. Plasma en él, lo más detalladamente posible, todo eso que estás experimentando, el porqué crees que lo experimentas (si lo sabes) y cómo quisieras que fuera tu vida una vez lo superes. De esa forma, no sólo ganarás claridad sobre lo que quieres obtener de tu proceso de sanidad emocional, sino que además comenzarás a visualizar tu vida sin el problema.


#2 La sanidad requiere condiciones para crecer


Iniciar un proceso de sanidad interior requiere de hacer espacio en nuestras vidas para ello. Nuestro cuerpo, mente, alma y espíritu deben prepararse para recibir la sanidad y el equilibrio que necesitamos. Esto implica tomar decisiones clave que traen balance y paz a nuestras vidas, y que nos permiten conectarnos mejor con nosotros mismos y con los demás.


Algunas decisiones pueden ser de la vida diaria, como son descansar más, organizar mejor el tiempo, comer más saludable, ejercitarnos, reducir el tiempo de ocio, apartar tiempo a diario para reflexionar, meditar o relajarnos, etc. Otras, pueden implicar ajustes aún mayores, y pueden ser la razón por la cual, de hecho, has decidido iniciar tu búsqueda personal: dejar hábitos no saludables (adicciones, estilos de vida excesivos y perjudiciales), establecer límites personales, cortar relaciones tóxicas, etc.


Si te encuentras en un proceso de recuperación emocional, te invito a reflexionar sobre qué decisiones saludables necesitas tomar para crear condiciones básicas para sanar. Al momento de implementarlas, es posible que necesites el apoyo de alguien más para lograrlo; así que no dudes en pedir ayuda a quienes confíes cuando lo necesites.


Una vez pongas en prácticas estas decisiones saludables, te darás cuenta de que tus recursos personales, que antes se agotaban en sostener hábitos y relaciones disfuncionales, ahora se activan a favor de tu recuperación integral.


#3 La imaginación y la creatividad son medios extraordinarios para sanar y crecer


Cuando reflexiono sobre mis mayores logros en mi búsqueda de sanidad interior, veo que la imaginación y la creatividad han sido dos de mis grandes aliados. El atreverme a ver más allá de mis circunstancias y emplear medios creativos (como el dibujo y la lectura) para conocerme más a fondo y reinventarme poco a poco, fueron estrategias vitales para mi eventual recuperación. Por eso, considero que, para ver resultados positivos en nuestras vidas, es necesario tener una capacidad de pensamiento flexible, abierta a nuevas posibilidades y nuevas formas de hacer las cosas.


Para mí, usar nuestra imaginación para sanar, no sólo consiste en visionar una mejor vida, sino también un yo distinto. Un yo que no persiste en repetirse perpetuamente, sino que evoluciona porque está dispuesto a intentar algo nuevo, aunque esto implique salirse de su zona de comfort.


En cuanto a la creatividad, considero que se trata de hacer un uso ingenioso de los recursos con los que ya contamos. No es andar sobrecargándonos con lo que otros hacen o con lo que a los demás les funciona; sino más bien llevar a cabo actividades sencillas de una manera más estratégica, de modo que tengan un impacto terapéutico en nosotros. Entre ellas pueden estar el cocinar, realizar manualidades, jugar (de forma recreativa o deportiva), leer libros de diferentes géneros literarios (productividad, autoayuda, ficción, poesía, biografías, espiritualidad, etc.), hacer trabajo voluntario, practicar la jardinería, etc. Ser creativos a la hora de sanar es valernos de lo que ya es nuestro y que, por lo tanto, tiene dentro de sí el potencial de transformarnos a nuestro ritmo y a nuestra manera.


Finalmente, podemos concluir que el sanar emocionalmente no ocurre por accidente, sino que es el resultado de la intención y de la acción. Tampoco ocurre de la noche a la mañana, sino que se va dando en el día a día, mientras perseveramos pacientemente en nosotros mismos. Por eso, la recuperación interior requiere de mucha valentía y determinación, así como de un corazón y una mente abierta a iniciar una búsqueda que pueda terminar convirtiéndonos en alguien totalmente distinto.


Gracias por visitar el blog de Terapia Boutique!!

Comentários


bottom of page